Vanushka se sintió atraída por el hombre, y aceptó caminar junto a él, esto sin que ninguno usará palabra alguna, ya que sus mentes y corazones dialogaron por ellos. La gente del pueblo miraba como la inusual pareja se movía con gracia por las calles empedradas, pero no fue una escena del todo agradable para la gente, ya que el pueblo era conservador, y no se toleraba que los extranjeros se sintieran cómodos por mucho tiempo. Sin embargo, la original pareja no dudaba en demostrar el intempestivo cariño que había surgido entre ambos. Él era un aristócrata de cuna colonial, cuya familia cuidaba mucho su reputación, y ella una gitana recién llegada al continente, lo más seguro que en algún barco que traficaba con mercenarios, aventureros y hechiceros, o al menos eso es lo que la madre del joven vociferó al enterarse de que su hijo querido, se dejaba ver de la mano con una nómada dedicada a las artes de la seducción.

 

Vanushka y el joven vivieron con intensa y pasión su corto amor, ya que antes de que la temporada de lluvia empezara, los padres del aventurero amante los condenaron a una prematura separación, enviándolo lejos, devuelta a la vieja cuna. Pero él, antes de partir logró prometer a Vanushka que regresaría a Quetzaltenango, y vendría a reclamar su amor, a lo que ella prometió que le esperará eternamente de ser necesario. Pasaron meses y luego años, hasta que el circo gitano decidió partir sin ella, ya que por mucho que su familia le rogó y espero, Vanushka nunca abandonó su promesa, y prefirió dejar partir a su gente para esperar al amado que prometió volver. Después de un tiempo la familia de él decidió romper con su ilusión, y le hicieron llegar, no se sabe si por piedad o maldad, una carta en dónde él cuenta que se ha casado con una doncella, tal y como sus padres lo deseaban.

 

Vanushka al enterarse, y como si uno de sus hechizos la traicionara y se volviese contra ella,  quebró su corazón  irreparablemente, muriendo Vanushka un tiempo después. Dicen que su tumba fue la primera en ocuparse en el nuevo cementerio de la ciudad en una noche de luna llena, uno nunca sabe, la gente recuerda las cosas de forma diferente, algunos le agregan poesía y otros le restan importancia. El joven no se sabe si por destino o desdicha regresó al poco tiempo de la muerte de Vanushka , fue tanta su culpa, que cada día sin importar que, llevaba rosas a un nicho modesto y sin lujos en donde le indicaron que descansaba la gitana que murió de amor. A partir de ese momento no le faltó una rosa nueva a Vanushka ni un solo día. Pasaron los años, hasta que la anciana figura de aquel elegante hombre no pudo llegar más, pero la gitana sedienta de amor empezó a cumplir a aquellos que le llevaran una rosa sus fantasías de amor, los visitantes ahora saben que pueden pedir si creen en ella, un milagro eterno del corazón.

 

Pacheco, Ernesto. “Vanushka”. Festival de la Llorona, 31 de octubre de 2023, Ciudad de Xe Lajuj.